Frente a la costa noroeste de Estados Unidos existe una falla submarina desconocida por el común de la gente, pero que según los científicos podría provocar un megaterremoto todavía mayor que el que se originó en la de San Andrés en 1906 y que devastó la ciudad de San Francisco. Se llama Cascadia y tiene una longitud de más de 1.100 kilómetros.
Para investigar este y otros posibles escenarios de terremotos de magnitud 9, un grupo de expertos trabaja en Estados Unidos en el Proyecto M9. Se trata de investigadores que buscar reducir los posibles efectos catastróficos de un gran terremoto de Cascadia en entornos sociales, construidos y naturales mediante el avance de metodologías, alertas tempranas y planificación comunitaria.
De acuerdo a Gabriel González, subdirector CIGIDEN y académico de la Universidad Católica del Norte, desarrollar futuros proyectos de investigación integrada para comprender procesos de generación de terremotos con magnitud 9, amenazas asociadas, estimaciones de impacto y medidas de mitigación, fue el eje central del workshop final del Proyecto M9 de la Universidad de Washington. Al encuentro científico asistieron seis investigadores de CIGIDEN Paula Aguirre, Juan Carlos de la Llera (decano de la Escuela de Ingeniería UC), Patricio Catalán, Jorge Crempien, Gabriel González y Alejandro Urrutia.
Monitoreo de terremotos
“Investigadores de la Universidad de Tohoku, del Instituto Internacional de Investigación de Ciencia de Desastres (IRIDEs Japón), del Centro de Investigación para la Gestion Integrada del Riesgo de Desastres (CIGIDEN) y Grupo M9 se reunieron para desarrollar un proyecto internacional en las zonas de subducción de Japón, Chile y Cascadia EE.UU.”, afirma el académico.
«El encuentro fue de tres países alejados geográficamente, pero con preguntas científicas similares en los ámbitos de planificación urbana, alertas, metodologías y escenarios ante posibles amenazas naturales. Por lo mismo, la colaboración internacional es esencial para aprender de las lecciones obtenidas a partir de eventos extremos pasados”,asegura el investigador y coordinador de la “Amenazas por proceso de Aguas Superficiales de CIGIDEN (L2), Alejandro Urrutia.
El experto también destaca que estos encuentros internacionales permiten compartir la información y datos recopilados desde distintas disciplinas, como la historia hasta la geofísica, para entender mejor la naturaleza y prevenir futuras catástrofes. El encuentro académico abordó aspectos particulares de la ciencias de desasastres como terremotos en la zona de subducción de Magnitud 9 y el tsunami y los deslizamientos de tierra resultantes; evaluación probabilística de peligro de tsunami y sistemas de alerta temprana, entre otros temas.
Los investigadores de CIGIDEN, realizaron además, una visita a las dependencias del Pacific Northwest Seismic Network operado por la Universidad de Washington, la Universidad de Oregon y el Servicio Geológico de los Estados Unidos en Seattle. “Las capacidades de esta red están orientadas al monitoreo de terremotos y actividad volcánica en los Estados de Washington y Oregon”, plantea el doctor en geología Gabriel González.